Se emplea principalmente en dolencias musculares, tales como dolores generales de espalda, lumbalgias, sobrecarga de piernas, etc. También es muy útil para tratar dolores en la zona cervical, que pueden provocar cefaleas o mareos. En general, se trata de patologías derivadas de malas posturas o esfuerzos físicos, que provocan sobrecargas musculares.